Ciudad de México, a 26 de julio de 2017.- El Gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, señaló que ante los desafíos de la actualidad es tiempo de construir con base a instituciones y no individualismos autoritarios para salir adelante como País.
«No son tiempos para individualismos autoritarios que sólo dividen y excluyen al que piensa diferente, al que disiente frente a una visión absolutista de la realidad», expresó al acudir como invitado de honor a la ceremonia que con motivo del 150 aniversario de la Restauración de la República, se llevó a cabo en la Ciudad de México.
En ese marco, la Academia Nacional de Historia y Geografía entregó las preseas de la «Gran Orden de la República» como reconocimientos póstumos a defensores de la República y personalidades que han aportado al País, entre ellos el michoacano Don Enrique Díaz Ballesteros.
En el emblemático Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec, Silvano Aureoles aseveró que la situación actual del país demanda construir la siguiente etapa de México para fortalecer su vida institucional y poder hacerle frente a los retos presentes y futuros.
Coincidir en ideología, creencias o gustos no es una regla, apuntó, porque en la diversidad está nuestra riqueza como sociedad y en la pluralidad nuestra fortaleza como nación.
Recalcó que las instituciones son el cimiento del pacto social, la garantía de que se hará valer la ley y de que el poder público estará realmente al servicio del bien común.
Por ello, sostuvo, es inadmisible atentar contra las instituciones, quebrantar la ley o vulnerar los canales de diálogo que nos llevarán a una concordia real y a una gobernabilidad sustantiva.
Consideró que la capacidad de un gobernante, su altura de miras y su talla de estadista, debe ser proporcional a su capacidad de reconocer la diferencia y lograr los amplios consensos sociales que necesita México para avanzar hacia los objetivos comunes: paz y bienestar, que sintetizan sin duda una buena parte de los anhelos de las y los mexicanos.
Al referirse a Don Enrique Díaz Ballesteros, uno de los artífices del decreto de la Expropiación Petrolera expedido por el general Lázaro Cárdenas, señaló que fue un hombre de un comportamiento ético, cuyo ejemplo invita a no contaminar las instituciones con desahogos de tendencias, que más bien pudieran depurarse en valiosas alternativas reformadoras.
En presencia del Octavio Díaz Aldrete, hijo del reconocido, el Gobernador agradeció en nombre de Michoacán, el poder rendir honor y agradecimiento a la vida fecunda de un gran michoacano como Díaz Ballesteros.
En esta ceremonia estuvieron presentes el diputado Luis Maldonado Venegas, canciller de la Gran Orden de la República; Salvador Rueda Smithers, director del Museo Nacional de Historia; Rosa Elena Sánchez Juárez y Torres, tataranieta de don Benito Juárez García; Beatriz Mojica Morga, secretaria general del PRD; así como familiares de los reconocidos, funcionarios federales, por mencionar algunos.