Aida Espinosa
Tras el decomiso de más de 2 mil máquinas tragamonedas en Michoacán, este lunes se destruyeron 750, en un proceso que significa el avance de la estrategia anti extorsión.
Así lo señaló el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien estimó que aqui en el estado, hay 10 mil máquinas de este tipo, que han sido instaladas “bajo presión de organizadores criminales”.
“Hoy estamos aquí para enviar un mensaje claro y contundente: en Michoacán no hay espacio para quienes lucran con la vulnerabilidad de las personas. Las máquinas tragamonedas no son inocentes juegos de azar; son un instrumento de destrucción social, una puerta de entrada a la delincuencia, y una amenaza para nuestras familias, en especial para niños, niñas y jóvenes”, expresó.
Por si parte, el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Adrián López Solis, indicó que las máquinas fueron incautadas en municipios como Morelia, dónde se han decomisado 900, así como Uruapan, Zamora, Maravatío, Zitácuaro, Apatzingán y Huandacareo.
“Los cateos y aseguramientos de estos artefactos, tienen sustento en la necesidad de abatir una dinámica delincuencial que se caracteriza porque personas pertenecientes a grupos criminales, imponen a los propietarios o arrendatarios de los locales comerciales, como tiendas de abarrotes, papelerías, panaderías, entre otros, máquinas de esta naturaleza para que estén fijas en sus locales, obligando a los propietarios a dejárselos en resguardo, con el propósito de ponerlos a trabajar”, agregó.
Refirió que, tan solo la Fiscalía, ha logrado recoger mil 105 juegos de apuestas, los cuales deben cumplir con un proceso para su destrucción.