JULIO, MES DEL BOSQUE: RECORDATORIO PARA PRESERVAR ZONAS FORESTALES DE MICHOACÁN

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    • Mediante evapotranspiración, escurrimientos superficiales y recarga subterránea, los bosques son áreas de acumulación de agua

    Morelia, Michoacán, a 29 de julio de 2020.- Los bosques son ecosistemas indispensables para la conservación de la vida, hogar de más de la mitad de las especies terrestres del mundo y zonas de recarga hídrica que posibilitan la conservación de otro recurso natural vital: el agua; así, debido a su importancia, en México se instituyó durante el mes de julio la Fiesta del Bosque.

    La preservación del medio ambiente es una responsabilidad compartida entre gobierno y sociedad, en donde la concientización y sensibilización juegan un papel trascendente, por eso la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas (CEAC) recuerda a la población la urgencia de aplicar hábitos y acciones sustentables.

    El Gobierno de Michoacán que dirige Silvano Aureoles Conejo ha implementado diversas medidas en ese sentido, como la prohibición de cambios de uso de suelo, presentación de denuncias por delitos ambientales, realización de jornadas de reforestación y combate de incendios en las áreas boscosas.

    Contribuyendo a este tema, en México por Decreto Presidencial, el 1 de julio de 1959 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación la conmemoración del Mes del Bosque, para que todo julio se celebre con el fin de recordar su trascendencia y alentar su conservación.

    El país cuenta con 138 millones de hectáreas con vegetación forestal, es decir, el 70 por ciento del territorio nacional y estos ecosistemas dan sustento directamente a 13 millones de personas que habitan en 23 mil ejidos y comunidades indígenas, consideradas en su mayoría de alta marginación.

    Mientras que en Michoacán la superficie boscosa es de un millón 700 mil hectáreas y según especialistas, más del 70 por ciento del estado cuenta con vocación forestal; sin embargo, derivado de múltiples factores, en los últimos 20 años se ha perdido casi la misma cantidad, es decir, un millón 500 mil hectáreas y se prevé que en menos de 25 años desaparecerían la mayoría de bosques y selvas de la entidad.

    Por lo anterior, es cada vez más urgente e impostergable que todas y todos unamos fuerzas y acciones que, individuales pueden parecer pequeñas, pero si son replicadas entre un mayor número de personas alcanzan importantes resultados para la preservación de estos ecosistemas.