Aida Espinosa
El suicidio es la segunda causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años, por lo que se vuelve importante que los padres de familia presten atención a las señales que van desde depresión hasta situaciones en las que se dañe el cuerpo.
Tan sólo en el primer trimestre del 2019, se han registrado en la entidad 90 suicidios, siendo Morelia la región en la que mayor reporte se tiene, con 35 casos.
Por ello, integrantes del Centro Integral de Estudios Psicológicos de Morelia, realizarán el próximo 26 de abril, el Foro de Prevención del Suicidio, con el que buscan disminuir las cifras de suicidios en la entidad.
“Creemos que algo está pasando en Morelia, creemos que algo está pasando en Michoacán en el momento en que vemos notas periodísticas en el que un niño menor de seis años decide suicidarse, un médico en su área de trabajo decide optar por esta puerta que es relativamente sencilla”, comentó Kevin, del Consejo para la Cooperación y el Desarrollo de Michoacán.
Por su parte, Giovanni Razo Ramírez, subdirector del Centro Integral de Servicios Psicológicos (CE – INSER) indicó que el suicidio se puede prevenir siempre y cuando se reconozcan las señales y se tengan a la mano las herramientas y acciones necesarias para ello, para evitar que Michoacán se coloque dentro de las entidades con mayor número de casos, listado que encabezan Chihuahua, Yucatán y Aguascalientes.
“Si bien Michoacán no figura como una alerta importante, nos encontramos en un momento idóneo para crear las alianzas y estrategias necesarias para enfrentar formidablemente las presentes y futuras amenazas a la salud física y mental de todos quienes compartimos este territorio”, señaló.
A su vez, Víctor Soria Benítez, director del CE – INSER, mencionó que si bien en la entidad no se tiene un registro de tentativa de suicidio, según el INEGI en 2016 se registraron 4.4 casos por cada 100 mil habitantes, con una media nacional de 5.2.
Negó que las condiciones climáticas sean un factor que orille a la población a tomar la decisión de quitarse la vida, pero sí el consumo de alcohol, tabaco, drogas, cafeína, y los niveles de estrés provocados por aspectos laborales, económicos y fiscales.
“Sin embargo sí se sabe que , por ejemplo, el cierre y el inicio del año es un periodo vulnerable al mismo tiempo que estar cercanos a la mitad del año, desde abril hasta julio que sigue siendo un periodo complicado (…)No podemos prevenir algo que no sabemos que está ocurriendo. Ello depende mucho de los campos de actuación de cada persona”, añadió.
